A una juventud robusta y demasiado libre
No juzgues, Fabio, no, por vividora
la tierna flor de tu salud lozana,
que es flor, y puede hallar su pompa vana
la noche envuelta en la primera aurora.
Túmulo de una hora es otra hora;
mortaja el día de hoy del de mañana;
y, en fin, la luz de la miseria humana
su oriente sabe, mas su ocaso ignora.
El tiempo no te engañe fugitivo;
sus mal gastadas sumas, sabio, inquiere:
con lágrimas de sangre las escribe.
El gasto ajusta, pues, con el recibo
para la cuenta, porque el hombre muere
no porque enferma, sino porque vive
Repita el Eco de sonante lira
Repita el Eco de sonante lira
no alabanzas, no, tuyas, que es en vano:
glorias sí, que en estilo soberano
tu pluma ofrece, con que al mundo admira.
La de uno y otro cordobés espira
memoria en ti. Ya el griego y el romano
laurel caducan, cuando el suelo hispano
de fama eterna te construye pira.
Gocen (pues siglos vivirá infinitos
por ti Singilia en lenguas de la Fama)
lauros gloriosos hoy sus hijos todos:
que el heroico clarín de tus escritos
a más blasón, a más honor los llama
que les dejaron sus ilustres godos.
Nota: Singilia Barba (o Síngilis en la poesía antequerana) es el nombre latino de la villa romana asentada en las proximidades de Antequera, de la que nos han llegado abundantes restos arqueológicos. Para los ingenios de la ciudad, el significado de Singilia era análogo al deItálica para los poetas sevillanos del Siglo de Oro.
Soneto a Gaspar Fernández Valle, Regidor Perpetuo de la Ciudad de Antequera
Canta glorias de amor, Gerardo, canta,
que el mesmo Apolo, que te influye, admira,
casi desconociendo, los que inspira
números en tu voz, que dulce encanta;
penas también, que sus rigores tanta
desde hoy lisonja deben a tu lira:
que la Fama inmortal gloriosa pira
a un tiempo les construye y te levanta.
Antepuesto al de Orfeo tu instrumento,
tu nombre escribe el Tiempo en sus anales,
que, si él males suspende con su acento,
hoy, por el tuyo, bienes son los males,
pues lo canoro infunde de tu aliento
gloriosa suspensión a los mortales.
Nota: Gerardo es el nombre poético de Gerónimo de Porras. Así le llaman sus amigos, y él cuando se refiere a sí mismo.
Del Licenciado Don Pedro Navarro, Abogado y Regidor de la Ciudad de Sanlúcar. Al Autor en su fabula de Céfalo y Procris.
Soneto
En tu gran plectro nuestra edad advierte
oh dulce Orfeo y, de inmortal, seguro,
que rompe el fuero del Erebo obscuro,
y rasga los decretos de la suerte.
Pues si de la beldad que, herida, vierte
líquidas rosas del cristal más puro,
murió la vida con el fresno duro,
con tus números hoy vive la muerte.
Después que con tu espíritu se alienta,
del suyo Procris ya restitüida,
la muerte más fatal vidas derrama,
y aun a la tuya nuevo ser aumenta,
que, si es tu pluma de su muerte vida,
su muerte en ella es vida de tu fama.
Del Doctor Nicolás Gutiérrez de Andrade y Angulo. Al mesmo intento.
Soneto
Suspenso admira la infelice suerte
Céfalo de la hija de Ericteo,
a quien celosa despeñó un deseo,
solícita a buscar temprana muerte.
La admiración en yelo le convierte,
de Procris viendo el ciego devaneo,
que el vínculo amoroso de Himeneo,
cual humo leve, de su amor divierte,
De Apolo la invención injusta llora,
que es el primero que las flechas gira,
imitación de su funesto dardo.
No llores, no, que Febo le mejora
la vida a Procris con su dulce lira,
templada del ingenio de Gerardo.
Del muy Reverendo Padre Maestro Fray Nicolás Tamaríz, Prior del Convento de San Agustín de la Ciudad de Sanlúcar
En un trágico destino
al blanco de sus amores
libró muerte a muchas flores
en el yerro que previno
Céfalo. Mas tan divino,
Gerardo, dulce pintor,
pintas sus celos y amor,
y su acierto tan incierto,
que, cuanto fue error su acierto,
es tu acierto sin error.
Del doctor Don diego Riquelme, Colegial del Colegio de la Magdalena de Salamanca
Al monte Procris ligera
corrió con furor celoso:
disculpas tiene su esposo
en tratarla como a fiera.
Si, engañada, considera
su voluntad ofendida,
¿para qué fue tanta herida?
Para morir, es error,
pues sobró el hierro al dolor
para quitarle la vida.
Funestamente acabó,
y hoy vive gloriosamente,
pues ha hallado su Oriente
cuando a Gerardo halló.
Si ella la muerte buscó
por que su pluma la escriba,
presunción ha sido altiva
pero dichosa su suerte,
no siendo la muerte, muerte,
pues por su ingenio está viva.
DEL MUY REVERENDO PADRE MAESTRO FRAYNICOLÁS TAMARIZ, Prior del Convento de San Agustín de la Ciudad de Sanlúcar.
Al mesmo intento.
En un trágico destino
al blanco de sus amores
libró muerte a muchas flores
en el yerro que previno
Céfalo. Mas tan divino,
Gerardo, dulce pintor,
pintas sus celos y amor,
y su acierto tan incierto,
que, cuanto fue error su acierto,
es tu acierto sin error.