Juan de Fermoselle, más conocido como Juan del Encina —en la grafía actual de su nombre— o Juan del Enzina —en su propia grafía— (12 de julio de 1468 – León, 1529), fue un poeta, músico y autor teatral del Prerrenacimiento español en la época de los Reyes...
Soneto I Cuando me paro a contemplar mi estadoy a ver los pasos por dó me ha traído,hallo, según por do anduve perdido,que a mayor mal pudiera haber llegado; mas cuando del camino estoy olvidado,a tanto mal no sé por dó he venido:sé que me acabo, y mas he yo...
Mis ojos, que codician cosas bellas Mis ojos, que codician cosas bellascomo mi alma anhela su salud,no ostentan más virtudque al cielo aspire, que mirar aquellas. De las altas estrellasdesciende un esplendorque incita a ir tras ellasy aquí se llama amor. No...
A la muerte de Cristo En el árbol de la cruzEstaba Cristo pendiente,Y el cielo, el mar y la tierraCada cual su muerte siente.Tiene su cuerpo sagradoHecho de sangre una fuente,Con la cual fue redimidaLa miseria y pobre gente.Culpas ajenas pagabaAquel Cordero...
A la Duquesa ¿A quién daré mis amorosos versos,que pretienden amor, con virtud junto,y desean también mostrars’hermosos? A ti, señora en quien todo esto cabe,a ti se den, por cuanto si carecendestas cosas que digo que pretienden,en ti las hallarán...
Bartolomé Leonardo de Argensola fue un escritor español perteneciente al Siglo de Oro; nació en Zaragoza el 26 de agosto de 1562 y falleció el 4 de febrero de 1631 en la misma ciudad. Sus estudios abarcaron varios campos: desde la Filosofía hasta la lengua griega, la...
Represión contra los poetas españoles Pues la sancta InquisiciónSuele ser tan diligenteEn castigar con razónCualquier secta y opiniónLevantada nuevamente,Resucítese Lucero,A corregir en EspañaUna tan nueva y extraña,Como aquella de LuteroEn las partes de...
Oda I – Vida retirada ¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruïdo, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido; Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira,...