Discurso en la manifestación unionista de Barcelona del 8 de octubre de 2017
“Ciudadanos y ciudadanas de Cataluña,
Porque eso es lo que sois vosotros, ciudadanos de este país. Veo algunas banderas esteladas (refiriéndose a la bandera de la Unión Europea), porque esta es nuestra estelada (mostrando la bandera de la Unión Europea), tiene las estrellas de la paz, de la convivencia, del derecho, eso es lo que representa Europa hoy.
Amigos, amigas, compañeros, ciudadanos de este país, estamos aquí porque nos hemos convocado para defender la convivencia, el pluralismo político y la solidaridad y falta hace que lo hagamos, porque la convivencia ha sido rota en este país, está rota entre amigos, está rota entre familiares, está rota en la calle, tenemos que volver a rehacerla, tenemos que defender el pluralismo político, porque no es reconocido cuando una Presidenta del Parlamento, toda una Presidenta del Parlamento, se atreve a decir que los que voten a determinados partidos políticos no son catalanes ¿es qué han perdido la razón?.
Señora Forcadell, a usted no se le ha pasado por la cabeza que antes de decir estas cosas hubiera tenido que dimitir como Presidenta del Parlamento de Cataluña, ¡pero, cómo es posible! (no, no me aplaudáis que me han dicho que tengo diez minutos y si no perderé tiempo)… pero, cómo es posible que una Presidenta de un Parlamento Europeo (yo he sido Presidente del Parlamento Europeo), ¿cómo es posible que la institución que representa a todos los ciudadanos se atreva a decir que quien vota a alguno de los miembros de ese Parlamento, de una manera democrática, libre y abierta, no son catalanes? Claro que lo son, tanto como cualquiera. Y ¿cómo es posible que tengamos un Consejero del Gobierno de la Generalidad que diga que los que no estaban de acuerdo con el pseudo-referendum de independencia es porque no eran ciudadanos, sino súbditos. Vosotros no sois súbditos, y si estáis aquí hoy, si habéis venido tantos, es precisamente para decirle al mundo que el que no piensa como los nacionalistas son tan ciudadanos de Cataluña como ellos.
Amigos, amigas, yo tengo un amigo que vive a la Luna y como nos ve desde muy lejos, nos mira con su telescopio y me dice, escucha Josep “En Cataluña solamente hay independentistas porque… (no, claro que no, pero como él lo ve desde muy lejos solamente ve independentistas y me pregunta) ¿Dónde están los otros, los que dicen que no lo son? Pues aquí estáis. Amigo de la Luna, ahora sí que nos ve. Pero hasta ahora no se nos había visto ni se nos ha oído y a partir de ahora tenemos que trabajar para que la voz de todos los catalanes pueda escucharse igual y para eso hace falta un control democrático de los medios de comunicación públicos, que son una vergüenza democrática. (aplausos) Bueno, parece que estáis de acuerdo conmigo… estimados compañeros, amigos y amigas, para eso hace falta que la gente se exprese con el máximo de respeto. No querría exagerar, pero estamos viviendo momentos casi dramáticos de la historia de este país, y como veo que están empujando el carro por el pedregal, es necesario hacer un llamamiento a la serenidad y a la razón, es necesario pedir el máximo de respeto, que el mismo que pedimos para nosotros sea para los demás, es necesario que tengamos mucho cuidado con lo que hacemos los próximos días, porque si se declara unilateralmente la independencia, este país se despeña. Sr. Puigdemont, entiéndalo bien, no lo empuje al precipicio, no lo empuje al precipicio.
(ante los gritos de “Puigdemont prisión”) No, no, no, no gritéis como las turbas del circo romano, a la prisión nada más va quién dice el juez que debe ir (aplausos). Os pido por favor, os pido, por favor, que extrememos el respecto, que reconstruyamos el afecto, que nos queramos, cada vez que discuto con mis amigos independentistas, cuando les explico cuántos cuentos hay en sus cuentos, cada vez que les explico cuántas mentiras han dicho para aumentar el sentimiento de afrenta de la gente, al final me acaban diciendo, cuando ya no tienen más razones y argumentos, al final acaban diciendo, sí, pero no nos quieren, sí claro que se les quiere; voy a pedir un favor a todos los que estéis aquí y habéis venido de fuera de Cataluña, os quiero pedir un favor, cuando volváis a vuestra casa, en cualquier lugar de España, hacer una cosa, ir a comprar una botella de cava catalán, ir a comprar una botella de cava catalán porque las ventas de cava catalán han bajado un 15% y eso quiere decir más trabajadores catalanes, aquí, sin empleo, nada de boicots, nada de ofensas, trabajemos todos juntos para que vuelva la sensatez, vuelva la sensatez que se había evaporado.
Y ahora me quiero dirigir a los empresarios de Cataluña, ahora me quiero dirigir a todos aquellos que están tomando, deprisa y corriendo, la decisión de irse de Cataluña: “¿No lo podíais haber dicho antes?”. Todas esas cosas que habíais dicho en privado, porque no las dijisteis en público, cuando yo explicaba, cuando hace dos años publiqué mi primer libro explicando “si se declara la independencia pasará como en Quebec, las empresas se irán y los bancos los primeros”, y el Sr. Junqueras y el Sr. Mas, grandes profetas, decían, no, no se irá nadie, ¿nadie verdad Sr. Mas?, ¿nadie?, pues todos los que se están yendo ahora tenían que haber dicho antes que si pasaba lo que está pasando, harían lo que están haciendo, porque si lo hubieran dicho, porque si lo hubieran dicho, puede ser que no estuviera pasando. Todos tenemos una parte de culpa por haber callado demasiado, y ahora ha llegado el momento de que los que nos sentimos de esta tierra, y que nadie nos quitará el derecho a serlo, hacemos una llamada a la serenidad, el respeto, la pluralidad política, la convivencia y a la solidaridad, estos son los emblemas de la estelada europea y hemos de trabajar para eso.
Amigos y amigas, esto no lo arreglaremos tomando decisiones unilaterales, esto no es un problema de orden público nada más, esto no es un problema que se puede resolver diciendo que nosotros solos lo resolveremos mejor y que Europa nos acogerá con los brazos abiertos… Sr. Junqueras, deje de engañar a los catalanes, deje de explicar las cosas como no son, usted se cree sus propias mentiras, pero si hace de verdad lo que dice que hará, se encontrará que en Cataluña y en España y en Europa pagaríamos un precio muy alto, porque lo que usted defiende, es precisamente lo contrario del ideal europeo, el ideal europeo es el respeto a la Ley y la solidaridad y usted rompe una y no quiere hacer servir la otra ¿usted cree que con esa tarjeta de visita le recibirán con los brazos abiertos? No, le dirán que vuelva otro día y mientras tanto todos sufriremos mucho, como yo veo que hay gente que está sufriendo, los encuentro en la calle, en el tren, en el restaurante, gente, buena gente, que tiene miedo, sí, tiene miedo, tiene miedo por lo que pueda pasar, escuche, ¿qué pasará con nuestras pensiones?, escuche, ¿es que me tengo que ir de este país? ¿pero, qué es este descontrol? ¡hagan algo, por favor! Sí, los responsables políticos tienen que hacer algo y lo tienen que hacer deprisa, porque estamos en el límite de lo que puede acabar siendo un enfrentamiento cívico y nosotros tenemos que contribuir a que esto no sea así.
Acabo ya porque no tengo más tiempo, tendría tantas cosas que deciros, nada más quiero decir dos cosas: cuando el Presidente Kennedy envió la Guardia Nacional para imponer las leyes contra la segregación racial a los Estados que no la querían aplicar, dijo “Ningún hombre, por poderoso que sea, ni ninguna multitud, ninguna multitud, por mucho que grite, está por encima de la Ley, porque el día que estén por encima de la Ley los jueces no podrán hacer su trabajo, nadie estará a salvo de la arbitrariedad del Gobierno y nadie podrá estar seguro de lo que le puede hacer su vecino”, y nosotros queremos estar seguros de lo que nos puede hacer el vecino.
Aquí han pasado cosas que no tenían que haber pasado, hemos visto imágenes que nos han hecho mucho daño, nos estamos haciendo mucho daño los unos a los otros. Parémonos, recuperemos la sensatez, recuperemos la sensatez y pensemos que el mundo en el que vivimos, en el siglo XXI, tenemos derecho a vivir tranquilos, tenemos derecho a la tranquilidad para disfrutar de esta tierra maravillosa, del progreso de esta España democrática de la que nos podemos sentir muy orgullosos. Tiene problemas, tiene problemas, claro que tiene, ¿qué país no los tiene? (en inglés) Pero creedme, ¿realmente tú crees que Cataluña es cómo Lituania? ¿realmente crees que Cataluña es como Kosovo? (en francés) ¿tú crees que realmente Cataluña es como Argelia? No, no, Cataluña no es una colonia, Cataluña no es un Estado ocupado militarmente como lo era Lituania por el ejército soviético, (en inglés) no, Cataluña no es un Estado como Kosovo donde se violaban los derechos humanos (vuelve al catalán) y es por eso que Cataluña tiene que continuar trabajando dentro del respeto a la Ley, no puede creer, no puede creer a los que le dicen, no pueden creer a los que le dicen que el derecho internacional está de su parte, porque no es verdad, no está de su parte. Ha venido aquí a Barcelona el mismo Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, y ha dicho “amigos, no más fronteras”.
Está bandera representa la supresión de las fronteras (enseñando la bandera de la Unión Europea) ¿qué son las fronteras? Las fronteras son las cicatrices que la Historia ha dejado sobre la piel de la tierra, las fronteras son las cicatrices que la Historia ha dejado grabadas en la piel de la tierra, grabadas a sangre y fuego. No levantemos más porque bastante dolor hemos tenido que soportar para construirlas”.
Discurso después de su eleccion como Presidente del Parlamento Europeo el 20 de julio de 2004
«Señoras y Señores diputados, mis primeras palabras como Presidente del Parlamento Europeo deben ser de gratitud; también de compromiso y de perspectiva de futuro pero, sobre todo, de gratitud.
En primer lugar, al Presidente de edad, el Sr. Berlinguer, por la forma en que ha dirigido nuestra primera sesión parlamentaria de la legislatura,…
(Aplausos)
… y, en segundo lugar, a los candidatos que han ofrecido su capacidad y su voluntad de servir a Europa desde la Presidencia de este Parlamento.
Estoy seguro de poder desarrollar con todos ellos una leal y positiva colaboración, aprovechando la gran experiencia política en este Parlamento del Sr. Wurtz, y la del Sr. Gueremek en los acontecimientos que han modelado nuestra Europa.
Debo indicar mi respeto y voluntad de cooperación con los que, por unas u otras razones, no me han votado, y mi gratitud a todos los que me han dado su confianza, empezando por el Grupo Parlamentario Socialista Europeo que ha propuesto mi candidatura.
La mayoría que he recibido da estabilidad a esta institución y, tras el debate y la la decisión democrática alcanzada, me siento ahora investido de toda la legitimidad necesaria para dirigir los trabajos de este Parlamento a cuya eficacia os convoco a todos desde ahora.
Quiero rendir homenaje a nuestro anterior Presidente, Pat Cox, por la manera en que ha desempeñado su función en los últimos treinta meses.
(Aplausos prolongados)
La suya ha sido una presidencia brillante, respetuosa con todos los grupos y con todos los diputados, muy activa en el acompañamiento del proceso de la reunificación europea y permanentemente atenta a la visibilidad política de este Parlamento. La existencia misma de la Convención y el impulso que el Parlamento dio a sus trabajos se debe, en buena medida, a la voluntad desplegada por Pat Cox para sacar a la Unión de su deriva intergubernamental y hacer que el Parlamento sea, como ahora le reconoce expresamente el proyecto de Constitución, el representante de los ciudadanos europeos.
Quiero aprovechar esta mención para agradecer también su trabajo a los europarlamentarios de todos los países que representaron a nuestro Parlamento en los trabajos de la Convención. Sé, por experiencia propia, cuán importante fue su contribución y, para no citarles expresamente a todos, me referiré de manera especial al importante papel jugado por los que nos representaron en el Praesidium, los Sres. Klaus Hänsch e Íñigo Méndez de Vigo, y también al que siguió la Conferencia Intergubernamental, el compañero Elmar Brok.
(Aplausos)
Y, finalmente, desde la Presidencia de este Parlamento quiero saludar muy especialmente a los diputados que representan a los diez nuevos Estados miembros, esperando que pronto se reúnan con nosotros los de Rumania y Bulgaria y acabar así, como decía Milan Kundera, con el secuestro de la mitad de Occidente.
– Y, puestos a citar a este gran escritor europeo, permítanme recordarles que en la versión cinematográfica de «La insoportable levedad del ser», los tejados y las cúpulas que creemos de Praga son, en realidad, los de Lyon, buena prueba de la común identidad de las dos mitades de un espacio heredero de la misma cultura.
Por eso, en estos momentos para mí llenos de emoción, siento que la democracia no es sólo un sistema de organización política en torno a unas instituciones elegidas por los ciudadanos. Reposa -y sobre todo la nuestra, plurinacional, y, por eso, más compleja- en una idea del Hombre que es anterior a los sistemas de gobierno.
Consciente de la inmensa responsabilidad que me incumbe a partir de este momento, en el que la pasión democrática y la pasión europea se reúnen en un mismo desafío, quiero dejar para la próxima de nuestras sesiones plenarias, después del verano, la exposición de mi visión estratégica de esta legislatura.
Creo que es mejor así por dos razones: en primer lugar, porque hay que tener tiempo y ocasión de cambiar impresiones y elaborar en común esta visión estratégica con los vicepresidentes, cuando resulten elegidos, y con los responsables de los grupos políticos. Todos nosotros tenemos que contribuir a una visión no sólo del Presidente, sino del conjunto de la Cámara.
Y, en segundo lugar, porque hoy están aquí el Presidente del Consejo y en pocas horas escucharemos al candidato propuesto por el Consejo para presidir la Comisión, el Sr. Barroso, que se someterá al voto del Parlamento, y creo que necesitamos una mejor ventana de oportunidad mediática que la que representan estos días cargados de acontencimientos.
Como ya les expresé en mi presentación, es mi responsabilidad política hacer todo lo que pueda para que el Parlamento Europeo acompañe el proceso de ratificación del Tratado constitucional, especialmente en los países que lo van a hacer por referéndum. Todos somos conscientes de que, aparte de este gran tema, nuestra agenda rebosa ya de cuestiones que tenemos que tratar: la nueva Comisión, iniciar las relaciones de trabajo con ella y con el Consejo, examinar las futuras perspectivas financieras de la Unión, analizar la situación en la que se encuentra el Pacto de Estabilidad y Crecimiento después del reciente fallo del Tribunal de Justicia, las futuras ampliaciones, poner en marcha los nuevos poderes legislativos de este Parlamento y continuar el trabajo emprendido por Pat Cox en colaboración con los Parlamentos nacionales y la Asamblea Euromediterránea.
Por otra parte, muchos asuntos internacionales llamarán nuestra atención. El mundo llamará a la puerta de Europa y especialmente a la de este Parlamento. Quizás los asuntos más urgentes son los relativos a la dramática situación que vive Oriente Medio.
Queridos colegas, diputadas y diputados europeos, sólo me queda aseguraros que pondré toda mi voluntad y capacidad, toda mi razón y pasión, para estar a la altura de la alta función institucional y estratégica que me habéis confiado.
Mi último agradecimiento quiero dirigirlo a todos los trabajadores de esta institución sin cuyo esfuerzo, no podríamos desempeñar el nuestro.
Muchas gracias a todos».
(Grandes aplausos)